martes, 20 de enero de 2009

El hosting también importa

Hola.

Vamos a hablar hoy de una parte primordial pero muchas veces denostada a la hora de planificar un proyecto de éxito en la red. Estamos hablando del hosting o alojamiento. Dicho coloquialmente, el hosting se refiere al sitio o proveedor del que vamos a "colgar" nuestra web. Nuestra web y la mayoría de servicios relacionados como e-mail, FTP, etc.

Vamos a intentar explicar sin tecnicismos, las pautas principales a seguir a la hora de elegir un buen servicio de hosting. No olvide que lo haremos siempre desde el punto de vista de un proyecto empresarial, buscando la mejor inversión y resultado final. Los factores esenciales a tener en cuenta son:

Velocidad, disponibilidad, autogestión y servicio.

Los dos primeros, velocidad y disponibilidad suelen ir de la mano y son la primera piedra de toque en esto del hosting. Como muchas otras cosas en la vida, buscar el máximo ahorro y elegir un hosting barato, a la larga nos saldrá caro. No debemos olvidar que nuestra web es la primera imagen de nuestra empresa para el resto del mundo y nada haría más daño a esa imagen que una web que se eterniza para abrirse. Si esa página se carga lenta, lentísimamente o lo que es peor, si responde una vez que sí y dos que no, quien nos visite tendrá la sensación de estar perdiendo el tiempo. Peor nos irá a nosotros que literalmente estaremos perdiendo dinero.

Así que no lo olvide, un hosting en EEUU o en Singapur por ejemplo, podrá ser muy barato, pero las distancias en Internet también existen y al final se lamentará por ello. Si usted no contrata directamente sino que lo hace a través de un distribuidor o profesional independiente, asegúrese antes de donde están alojados exactamente los servidores.

Y no se sienta cohibido en este aspecto, reclame información sobre las infraestructuras arquitectónicas y tecnológicas que protegen a esos servidores y datos que avalen las garantías de un rendimiento óptimo.

En lo que respecta a la autogestión, es también un factor importante ya que lo que proporciona es independencia y control. Si disponemos de un panel desde el que nosotros mismos somos capaces por ejemplo de gestionar nuestros buzones de correo, añadiendo nuevas cuentas, redimensionando cuotas o algo tan sencillo como cambiar una contraseña, al final estaremos optimizando nuestra inversión. Lo mismo sucede con otros servicios, poder gestionar nuestras bases de datos, cambiar los registros DNS o algo tan importante como consultar las estadísticas de acceso en tiempo real, nos da autonomía y capacidad de reacción. Si no dispone de los conocimientos básicos para hacerlo, siempre podrá recurrir a una persona capacitada en su misma organización o a su empresa de mantenimiento informático de confianza.

Finalmente hablamos del servicio. La calidad técnica de soporte y la cercanía que su proveedor de hosting le proporcione, es directamente proporcional a su grado de tranquilidad. Como usted ya sabrá esto sencillamente no tiene precio, pero es olvidado muy a menudo contratando servicios de hosting a empresas que simplemente no tienen la experiencia necesaria o incluso que no se dedican a ello. Experiencia, profesionalidad y cercanía unidas, siempre serán un buen punto de partida.

Hay otras muchas implicaciones derivadas del hosting, que por raro que parezca pueden llegar a afectar al posicionamiento de nuestras páginas en buscadores, pero de ese tema hablaremos otro día.

Gracias y saludos.

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